Joyas en custodia: una alternativa al crédito bancario con grandes ventajas

Como consecuencia de la crisis sanitaria global, quizá muchas personas se estén preguntando qué opciones existen para lograr financiación y solventar una necesidad puntual. La primera idea que puede venir a la cabeza es la del crédito bancario. Pero existen otras alternativas con grandes ventajas, como dejar una joya en custodia en El Monte. Esta institución con más de tres siglos de historia concede préstamos con garantía de joyas en condiciones muy favorables con respecto al mercado. Es un lugar donde obtener créditos no bancarios con seguridad, profesionalidad, confianza y libertad de operación.

Para conocer más en profundidad la función financiera de El Monte y sus ventajas, hablamos con Santiago Gil de la Rosa, director de la red de Montes de Fundación Montemadrid y director de El Monte de Madrid —el más grande de España y el segundo de Europa.

Santiago nos explica las características de este tipo de financiación. “Es un crédito sencillo y eficaz para clientes del siglo XXI —indica—. Son microcréditos con la garantía de joyas (relojes de oro y acero, anillos, pulseras, objetos ornamentales de plata como cubertería o vajillas) a bajo tipo de interés, donde el desembolso es inmediato a la concesión, no existen gastos iniciales en la apertura y la cancelación del mismo puede realizarse en cualquier momento de la vida del préstamo”.

Esta institución sin ánimo de lucro tiene el único fin de ser una herramienta financiera útil para la sociedad, ofreciendo créditos a familias y autónomos, y estableciendo unos tipos de interés bajos y fijos a lo largo de la vida del crédito, con la seguridad jurídica que ello implica para clientes y usuarios.

El procedimiento es muy sencillo y sólo consta de cuatro pasos: llevar las joyas al Monte, donde se procede a su tasación, se recibe el dinero al instante y, finalmente, el objeto se pone en custodia; se puede recuperar en cualquier momento y, pasado un año, se puede renovar.

Esta fórmula cuenta con grandes ventajas con respecto a los negocios de compra-venta de oro. “Llegado el vencimiento del contrato, el cliente puede recuperar el bien devolviendo la cuantía prestada junto con sus intereses. Ésta es una de las principales ventajas que tienen los Montes de Piedad y que marca la diferencia con empresas de empeño o compra de joyas y metales preciosos en las que, firmado el contrato de préstamo, el bien se vende o se funde, por lo que el cliente pierde su patrimonio y nunca podrá recuperarlo”. Las joyas, además de un valor económico, tienen un valor sentimental. “Basta destacar que el 98% de los clientes de los Montes recuperan su propiedad, con lo que no pierden su patrimonio”, apunta Santiago Gil.

Si, por el contrario, el objeto custodiado no quiere ser recuperado, sale a subasta. En este punto, Santiago indica otro de los beneficios de los Montes: “Si alcanza un valor superior a la cantidad adeudada, esa diferencia será abonada al cliente”.

Todo ello hace que el crédito con la garantía de joyas sea un producto atractivo y asumible en momentos puntuales de necesidad de financiación. Para Santiago “es una alternativa más a los préstamos que habitualmente se contratan y, gracias a un constante compromiso con sus clientes, supone una alternativa segura y eficaz para obtener dicha liquidez”. Porque es mucho más que un crédito. “Ofrecen un servicio amplio y variado, otorgando también custodia de joyas, valoraciones y asesoramiento para inversión y subastas”.

Asimismo, aquellas personas que obtienen un crédito o adquieren una joya en subasta están invirtiendo a favor de la integración social, del medioambiente y de la cultura. El Monte destina el 100% de sus beneficios a la Fundación Montemadrid, entidad privada que cuenta con centros socioculturales como La Casa Encendida o Casa San Cristóbal, en Madrid, además de mantener escuelas infantiles y colegios, espacios para mayores, bibliotecas, centros de empleo y ocupación, y proyectos para la recuperación y conservación del Patrimonio Histórico.

Crédito para todos los perfiles

Santiago recuerda que el perfil de cliente es muy heterogéneo: “Se acercan a nuestras instalaciones personas de cualquier clase y condición con necesidades de financiación muy diversas. Se produjo un importante cambio durante la crisis financiera del 2008, cuando se incorporaron profesionales liberales, autónomos y pequeños empresarios que ven en este tipo de operación crediticia —sin avalistas o estudios de solvencia, por su inmediatez, transparencia y facilidad— una solución a sus problemas puntuales de liquidez”.

Oficina Monte de Piedad Madrid

Al igual que los clientes, las piezas a valorar también son muy variadas. “Es una de las ventajas de los Montes: puede obtener un crédito una persona que posee un anillo de 50 euros y otra que tiene un diamante de 50.000 euros”, apunta.

Y la tasación es 100% fiable. El Monte—que tienen sede en Madrid, Móstoles, Alicante, Córdoba, Granada y Palma cuentan con una experiencia en la tasación de alhajas de más de tres siglos. “La formación es la piedra angular de nuestra actividad y clave para mantener el nivel de excelencia técnica que buscamos en los tasadores que desempeñan su labor en El Monte. Todos ellos son titulados y poseen estudios en gemología, tasación, piedras de color y diamantes”, afirma Santiago.

Destaca también la seguridad técnica (las básculas y los materiales utilizados están homologados) y los controles que se establecen para verificar que los bienes entregados son realmente propiedad de los solicitantes de préstamo. Se evita así el depósito de objetos por personas que no ostentan su propiedad o de bienes que pudieran provenir de actividades o hechos ilícitos que imposibiliten la recuperación posterior por sus legítimos propietarios.

Un servicio al alza

La cifra media de los microcréditos que conceden se sitúa en torno a los 600€ y las consultas sobre empeño de joyas, desde su reapertura en mayo, han aumentado en un 300% tan sólo en los primeros días. En los diez primeros, se concedieron 950.000 euros de préstamo —cifra similar a la habitual pero destacable debido a las restricciones de movimiento— y la cuantía de las transacciones alcanzó el medio millón de euros.

Sobre el futuro, Santiago asegura que, en estos meses de incertidumbre, los Montes se mostrarán como lo que son: “Entidades modernas, abiertas, seguras y fiables, que ofrecen un servicio a clientes con circunstancias muy diversas que, más allá de sus necesidades, son propietarios de objetos de valor y que tienen la sabiduría de aprovechar y mantener ese patrimonio”.

Porque, insiste, el oro es un valor seguro. “Como suele ocurrir en estos periodos de bajo crecimiento y tensiones en los mercados, el oro alcanza niveles muy altos en su cotización”. Dos datos refuerzan su afirmación: desde principio de año el precio del oro se ha revalorizado un 14% y un 35% desde los primeros meses de 2019. Para Santiago, la explicación es sencilla: “Si viene una situación crítica, las personas saben que disponen de un valor seguro. Es la única ‘moneda’ que ha perdurado en el tiempo y ha desafiado a todo tipo de crisis acaecida en la sociedad. El oro se ha mantenido intacto ante las políticas monetarias de inflación y no se puede incrementar su volumen simplemente imprimiendo más. El oro es atemporal”.

Mantén tus joyas a salvo en vacaciones con el servicio de custodia del Monte de Piedad de Madrid

 

¿Qué hago con las joyas en vacaciones? Seguro que muchos os hacéis esta pregunta cuando se acerca el verano. Es época de descanso y de estancias en el campo o en el mar, lejos de nuestro hogar. Este año, además, muchos estaréis pensando en pasar más tiempo del habitual en segundas residencias y casas de vacaciones. Por desgracia, y por eso mismo, también es el momento del año en que se producen hurtos y robos en domicilios.

Para disfrutar sin preocupaciones de las vacaciones y para que al volver a casa no te lleves un disgusto, el Monte de Piedad abre sus cajas de alta seguridad permitiéndote guardar sus bienes más preciados en ellas. Con este servicio de custodia puedes depositar temporalmente sortijas, collares, tiaras, relojes, vajillas de plata y otros objetos a cambio de un interés por debajo del 10% del valor de tasación para que dichas piezas estén seguras mientras no haya nadie en casa. Es un servicio perfecto para que no estar preocupado por tus objetos de valor durante las vacaciones y, por tanto, para que éstas sean aún más satisfactorias.

monte_de_piedad_custodia

Contratar el servicio de custodia es muy sencillo. Sólo tienes que llevar tus joyas a cualquiera de las oficinas del Monte de Piedad (Madrid capital, Móstoles, Alicante, Córdoba o Granada). Allí, expertos tasadores profesionales hacen una valoración y, en un cuarto de hora, el cliente recibe un crédito de dinero en efectivo que puede devolver en el plazo de un año.

Para quienes no lo necesiten y simplemente estén interesados en mantener sus joyas a salvo, el crédito abierto para la custodia se puede cancelar el mismo día que uno regresa de vacaciones, recuperando sus alhajas al momento con total normalidad. El tipo de interés que se aplica va en función del valor de tasación de la pieza o piezas que se quieran guardar.

  • En joyas de hasta 300 euros, interés de un 5%
  • En joyas de 300 hasta 3.000 euros, interés del 8%
  • En joyas a partir de los 3.000 euros, interés del 8,25%

Las principales ventajas de este servicio son:

  • No conlleva fianza ni gastos de apertura ni de cancelación
  • Bajo coste
  • Contratación sencilla e inmediata
  • Recibes un crédito que puedes ayudarte a financiar tus vacaciones
  • Puedes recoger tus joyas cuando quieras
  • El máximo nivel de seguridad que ofrece nuestro sistema de custodia
  • Se trata de un servicio fácil y ventajoso para muchas personas que no tienen claro qué hacer con sus joyas para dejarlas a salvo cuando se van de vacaciones

Además, el servicio de custodia también ofrece una tranquilidad y un desahogo para muchas personas que necesitan financiar momentáneamente sus vacaciones, sobre todo en momentos de crisis como el actual provocado por el Covid-19.

Si quieres contratarlo, solo tienes que acercarte a una de nuestras oficinas y uno de nuestros compañeros procederá a informaros de todo para que podáis disfrutar de un merecido verano.

Ven a la Jornada Extraordinaria 317 Aniversario Monte de Piedad

 

El miércoles 4 de diciembre, a las 18.00 h, Monte de Piedad celebra su 317 aniversario en la Casa de las Alhajas (pl. San Martín, 1, Madrid). El acto, que será conducido por Marta Márquez, comunicadora y reportera de Aquí la Tierra, se abrirá con una subasta extraordinaria de joyas.

 

Subastaremos piezas excepcionales como un Rolex Cosmograph Daytona 6239 del año 1965, la misma referencia que la actriz Joanne Woodward regaló a su marido Paul Newman cuando su pasión por los coches de carreras acababa de empezar. El que saldrá a subasta es de acero, con sistema de movimiento de cuerda manual, esfera negra con registros plateados, numeración baquetonada y agujas tipo bastón luminiscentes, brazalete Oyster y cierre desplegable originales, que sale por 35.000 €.

Otra de las piezas exclusivas que se subastarán en este evento extraordinarioserá un Patek Philippe, modelo Twenty-4, de oro blanco para señora, movimiento de cuarzo con funciones horarias y minuteras y esfera “eternal grey”, símbolo de la elegancia femenina, por el que se podrá pujar desde 12.000 €.

Igual de espectacular es esta sortija de platino con un zafiro Ceylan central de peso aproximado 18,55 ct, acompañado de dieciocho brillantes, treinta y cuatro zafiros talla redonda y veinte brillantes, realizado por la joyería Casa Munoa de San Sebastián.

Otra de las piezas más atractivas de la subasta es el collar Bvlgari colección Tubogas. Durante los 70, la marca se inspiró en los tubos que conducían el gas en los años 20 para crear toda una colección de lujo que luce en esta foto la presentadora del evento Marta Márquez. En el centro del collar subastado encontramos cinco boquillas rómbicas y diagonales, sobre las que destacan cinco brillantes, acompañados por turmalinas rosas y verdes, amatistas, topacios y peridotos.

Junto a estas joyas, se subastarán otros objetos excepcionales como un bolso para la tarde realizado en oro y oro blanco en los años 70 y de diseño textil, una polvera de oro con motivos en relieve y esmalte policromo traslúcido, un reloj de sobremesa Cartier años 20 o este maravilloso collar de perlas de tres hileras.

Además de las valiosísimas alhajas ya comentadas, también saldrán a subasta otras joyas exclusivas, de diseño y vintage, pero mucho más asequibles, por las que ya se puede pujar a través de la web https://subastas.montedepiedad.es.

 

Tras la subasta tendrá lugar la entrega de premios del III Concurso de Microrrelatos Monte de Piedad Carmen Alborch, en el que han participado más de 1.600 microrrelatos y cuyo jurado, presidido por Cristóbal Sánchez, director general de la Fundación Montemadrid, ha estado compuesto por los periodistas y escritores Antonio Lucas, Mara Torres, Ignacio Elguero y Carlos del Amor.

Si quieres asistir y unirte a esta celebración puedes enviar tu solicitud por correo electrónico a 317aniversario@montemadrid.es con el asunto “Asistencia 317 Aniversario Monte de Piedad” y haciendo constar tu nombre, apellidos y DNI.

El valor de la tradición – Monte de Piedad Granada

El Monte de Piedad de Granada es parte de la cultura granadina. Con casi tres siglos de historia, ha pasado por distintas etapas, pero siempre se ha mantenido fiel en su vocación de servicio a la población. Nació en 1740 como Monte de Piedad de Santa Rita de Casia, fundado por el agustino Isidro Antonio Sánchez Jiménez, con el objetivo de ofrecer préstamos a los más necesitados. En sus inicios, el Monte funcionaba sin reglamentación ninguna, con los fondos que proporcionaba su fundador. Tras muchos momentos de esplendor y otros de dificultades, a día de hoy, más de 11.000 clientes confían en su sistema para conseguir liquidez a partir de sus objetos de valor, de una manera rápida y sencilla.

La tradición joyera permanece aún en las preciosas joyas granadinas: corales, gitanillas con esmeraldas y la medalla de la Patrona de la Ciudad, Virgen de las Angustias, entran a diario en el Monte.

En 2016, el Monte de Piedad estuvo a punto de desaparecer y Fundación Montemadrid lo integró en su red de Montes. Dos años después, la antigua casa de alhajas sigue recibiendo cientos de clientes al día. El equipo granadino, formado por cinco personas, ayuda y aconseja a todo aquel que les visita, escuchan sus historias, comprenden y les ofrecen las mejores soluciones. Hemos hablado con ellos para conocer más sobre este lugar tan especial.

 

¿Qué supone para la ciudad de Granada la existencia del Monte de Piedad?

El Monte de Piedad ofrece créditos con la garantía de joyas (relojes de oro y acero, anillos, pulseras, …) a bajo tipo de interés.Una institución histórica con tantos años de existencia, ofrece la confianza y tranquilidad que muchos ciudadanos necesitan a la hora de realizar este tipo de operación financiera. Los granadinos tienen un recurso rápido de financiación apto para todos aquellos que, por algún imprevisto, necesitan efectivo de manera inmediata. Cuando un producto que perdura casi 300 años, ¡es porque es un producto útil y justo para la sociedad!

¿Podéis explicarnos cómo funciona el Monte de Piedad de Granada para aquellos que no lo conozcan?

Las características de este tipo de préstamos (pignoraticios), donde el desembolso es inmediato a la concesión, no existen gastos iniciales en la apertura y la cancelación del mismo puede realizarse en cualquier momento de la vida del préstamo, hace que sea un producto atractivo y asumible en momentos puntuales de necesidad de financiación. Es una alternativa más, y más económica, a los préstamos que habitualmente se contratan. Es un sistema fácil, rápido y seguro. En nuestra oficina, simplemente con el DNI y las joyas, nuestros tasadores expertos valoran las piezas y se formaliza un contrato de préstamo por el importe que desee el cliente, con un máximo del 80% de la valoración.

El contrato es de un año y puede renovarse indefinidamente. La cancelación del contrato y recuperación de las joyas puede efectuarse en cualquier momento, sin penalización. Durante este tiempo, las joyas quedan bien custodiadas y aseguradas en nuestras instalaciones.

Es importante destacar que los créditos que genera sirven para, por un lado, mantener la actividad crediticia de esta institución y por otro, mantener la actividad social de la Fundación Montemadrid, que gracias a estos fondos lleva a cabo una acción social sostenible centrada en la integración social y laboral de colectivos en riesgo de exclusión; la difusión de la cultura; la educación; el apoyo a entidades sociales a través de convocatorias de ayudas o el esfuerzo destinado a favorecer la calidad de vida a colectivos con problemas derivados de la edad, la discapacidad o la enfermedad, siempre con la filosofía de apoyar proyectos locales, cercanos y relativos a los problemas más acuciantes en el actual entorno socioeconómico.

¿Cómo es trabajar en el Monte de Piedad?

Es muy gratificante ya que Monte de Piedad Granada, de Fundación Montemadrid, es una entidad sin ánimo de lucro. La gran mayoría de los clientes son muy agradables y están agradecidos por el trato y servicio que les prestamos. En el terrero particular, es un orgullo trabajar en una empresa con tanta solera en la ciudad, no solo por la antigüedad, sino por la labor social y humana que hacemos cada día

¿Por qué razones suele acudir la gente?

El perfil del cliente ha variado y se han incorporado profesionales liberales, autónomos y pequeños empresarios que ven en este tipo de operación crediticia, sin avales o estudios de solvencia, por su inmediatez, transparencia y facilidad, una solución a sus problemas puntuales de liquidez. También acuden aquellos particulares que tienen imprevistos de pagos y familias con falta puntual de liquidez inmediata. También acude gente que quiere que le guardemos sus joyas, bien porque se van de viaje o porque se sienten más tranquilos. Por otro lado, totalmente distinto, recibimos personas que quieren invertir en oro y vienen a ver los lotes procedentes de subastas que pasamos a venta directa.

¿Cuál es el perfil del público que recurre a vosotros?

El perfil mayoritario es mujer, entre 45 y 60 años, amas de casa o desempleadas y con personas a su cargo, de clase media. Pero tenemos todo tipo de público: inmigrantes, autónomos que necesitan afrontar un pago, profesionales liberales, personas que invierten en oro precisamente para salir de apuros cuando lo necesitan o compradores particulares de oro.

Muchas personas traen sus joyas para que las custodiéis, ¿qué tipo de seguridad ofrecéis?

Creemos que la mejor, instalaciones con cámaras acorazadas y vigiladas las 24 horas del día con los últimos sistemas de seguridad de todo tipo y un control exhaustivo de localización de las alhajas. También existe un seguro sobre las joyas depositadas y tras tantos años de servicio sin incidencias, eso da mucha tranquilidad a los clientes.

 

¿Tenéis alguna joya o anécdota que se os haya quedado grabada?

Recordamos un peto y una pulsera muy antiguas, de diamantes impresionantes de la firma Melleiro, la misma que trabaja para numerosas Casas Reales Europeas. Nos quedamos con la gran curiosidad de cuáles serían las historias y personajes que han marcado la vida de esas joyas. Como anécdotas, preferimos acogernos al secreto profesional, lo que pasa entre nuestros clientes y el Monte se queda aquí. Ellos saben que pueden confiar en nosotros.

El Monte de Piedad de Granada, es uno de las seis casas que conforman nuestra red. El 100% de los beneficios de Monte de Piedad se destinan a la obra social y cultural de Fundación Montemadrid, como la integración social, el medio ambiente y la cultura. Al mismo tiempo que ofrecemos otra manera de obtener una ayuda económica y mantenemos una tradición con mucha historia.

II Concurso de Microrrelatos Monte de Piedad – Historias que nos unen

 

Tras la gran acogida que tuvo en su primera edición, presentamos el II Concurso de Microrrelatos Monte de Piedad.

Queremos descubrir el talento literario y despertar la imaginación de quienes tenéis interés en la escritura.

Este año el tema que proponemos es “Mi mundo intercultural”. Buscamos historias que pongan en valor la diversidad y el mestizaje; relatos que pongan el foco en el encuentro y la convivencia y destaquen las similitudes, lo que nos hace iguales y nos acerca, frente a lo que nos separa.

Desde la Fundación Montemadrid y el Monte de Piedad apostamos por una sociedad integradora y, por ello, día a día trabajamos para que todas las personas puedan tener las mismas oportunidades, sin importar su lugar de procedencia o capacidades.

En cada aula de nuestro centro Padre Piquer, hay un alumno representando una de las 35 nacionalidades que conviven en esta escuela. Detrás de cada uno de ellos, hay una historia de ida y vuelta, de superación, de adaptación, de encuentro y de intercambio. Y, junto a ellos, hay un equipo de profesores comprometidos con un proyecto educativo pionero, que ha hecho de la integración su bandera y ha sabido transformarse para adaptarse a una nueva realidad intercultural, con un 85% de éxito escolar. En cada encuentro en La Casa Encendida, se alza la voz de cientos de personas venidas de todo el mundo, en favor de la convivencia, el respeto y el compromiso. Gente cuya historia puede cambiar el mundo. Después de cada clase de español impartida en Casa San Cristóbal, hay un nuevo presente para muchos y en cada “mañana de cuento” o “taller de robótica”, un niño da un paso gigante hacia su futuro. Los profesionales que trabajan allí, son un refugio, una esperanza y una orientación para muchas familias que lo han dejado todo y buscan refundar su vida. Ante cada Beca Montemadrid, hay una oportunidad para todos, vengas del lugar que vengas. En torno a cada Maratón de Alcalá, hay un poco más de integración social en el deporte. Entre las paredes del centro Ponce de León, un niño con problemas auditivos procedente de China aprende la lengua de signos española. Al otro lado de cada una de nuestras convocatorias artísticas, hay un creador, no importa su origen, enriqueciendo con su arte el nuestro. Detrás de los tres siglos de nuestro Monte de Piedad, hay clientes venidos de muchos países que han confiado en nosotros, haciendo que todo esto sea posible. Y por esto, y mucho más, creemos que nuestro mundo intercultural solo suma.

 

¿Nos cuentas el tuyo? Presenta tu microrrelato hasta el 12 de noviembre. Consulta las bases completas aquí y ¡a las teclas!

¿Sabes lo que son las cuatro ‘ces’ de un diamante?

Seguro que habrás escuchado alguna vez aquello de ‘Este diamante es de cinco quilates’. Tal vez lo viste en una película, o lo leíste en aquella novela negra del verano pasado. Pero… ¿Sabes de verdad qué es un quilate? ¿Sabes cómo se calcula el valor de un diamante?

Un diamante vale lo que vale gracias al conocimiento y análisis de las cuatro ‘ces’ que cada pieza posee: son factores que se utilizan para evaluar los atributos de una piedra en el mercado. En inglés, cada ‘ce’ corresponde a una palabra: Carat, Color, Clarity y Cut. O lo que es lo mismo, el peso en quilates, el color, la pureza y el tallado de cada pieza.

Entender qué significa y cómo se mide cada uno de estos factores es esencial para dotar a un diamante de un valor adecuado a su naturaleza. Solo si se conocen y se miden las cuatro ‘ces’, se sabe si un diamante vale millones o unos cientos de euros.

El Carat se refiere a los quilates de un diamante y es la medida utilizada para calcular su peso. Según los estándares reconocidos, 1 quilate equivale a 0,20 gramos de diamante. Así que, contrariamente a la creencia popular, los quilates no están relacionados con el tamaño o volumen, sino con el peso, y ni tan siquiera se utilizan solo para medir estas piedras preciosas, pues es una medida que también se usa para valorar otras piedras preciosas y finas. Lo más curioso es el origen de la palabra: quilate es un mote que viene del árabe qirat, nombre de la semilla de la algarroba y de una moneda de plata muy muy pequeña que antiguamente se utilizaba para estandarizar el peso de las semillas con precisión, y que con el tiempo se utilizó para medir pesos pequeños.

Diamante Monte de piedad

El Color se refiere a la escala de tonos de un diamante y se determina mediante una paleta de colores aceptada internacionalmente. Estos tonos suelen dividir las piezas en dos tipos: los diamantes blancos y los diamantes fantasía. Los blancos pueden ser completamente incoloros o poseer un tono amarillento y hoy en día, aunque no es norma escrita, cuanto menos color contenga un diamante blanco, más valioso es. Y en lo que respecta a los diamantes fantasía… ¿Recuerdas la joya El corazón del mar de la protagonista de Titanic? Eso era un ejemplo de diamante fantasía, pues su gama de tonos es mucho más variada y pueden ser rojos, azules, verdes… e incluso incluir más de un color en la misma piedra. Este segundo grupo es mucho menos común y por eso,  suelen ser más valiosos.

Clarity es el término utilizado para marcar la pureza de un diamante, y se define mediante una escala establecida internacionalmente. Un diamante suele crearse con manchas en su interior, o imperfecciones en su superficie. Los diamantes perfectamente claros sin absolutamente ningún agente externo son muy raros. Por eso, cada imperfección o fallo en el interior o exterior de cada piedra disminuye el nivel de pureza y, por ende, su valor.

Color Diamante Monte de piedad

Y el Cut se refiere al corte de un diamante y determina su talla, un factor absolutamente esencial a la hora de valorar un diamante. La talla analiza la forma de un diamante pero también las proporciones, la simetría y el pulido de la gema. De hecho, todos estos factores afectan al brillo: si la talla del diamante es escasa, la luz se escapará por los lados, mientras que un diamante de talla óptima dirigirá toda la luz a través de la parte superior de la piedra, denominada corona. Además de eso, la talla también designa la forma del diamante: más allá del brillante redondo habitual también tenemos tallas marquesa, pera, oval, corazón y esmeralda.

Corte Diamante Monte de piedad

En nuestro Monte de Piedad, el más antiguo de España, contamos con un equipo de profesionales que analiza y conoce todos los secretos de cada una de las ‘ces’ de un diamante. Ellos son los encargados de valorar las piedras que, en muchas ocasiones,  subastamos y ponemos a disposición del público. Si te interesan los diamantes estate atento a nuestra próxima subasta: será el 13 de septiembre en nuestra céntrica sede, próxima a la Puerta del Sol (Plaza de las Descalzas s/n, Madrid). ¡Te esperamos!

Diamante Monte de piedad

¿Sabes cómo se tasa una joya?

En nuestro Monte de Piedad, el más antiguo de España, subastamos mes tras mes joyas de todo tipo con un amplia variedad de precios. Pero…, ¿cómo ponemos precio a las piezas? Es decir, ¿cómo se tasan las joyas? Hemos hablado con María Angeles Pérez Paz, coordinadora de Tasación, que nos ha explicado el laborioso y poco conocido proceso basado en tres elementos fundamentales: el metal, las piedras y el valor histórico de cada pieza.

Antes que nada, las joyas que llegan a nuestro montepío pasan por profesionales y gemólogos que determinan qué tipo de pieza estamos recibiendo. En ellas, lo primero, es detectar si son de oro de 18 o 14 quilates. “Comprobamos el tipo de oro que es y su tipo de ley, y marcamos un precio”, nos cuenta María. Pero a partir de aquí, las cosas se complican.

“Después tenemos que mirar las piedras que lleva cada pieza y según estas tener en cuenta distintos factores que van desde el tipo de brillante hasta la tendencia de la joyería del momento”, nos explica la coordinadora de Tasación. Es decir, que una vez se ha marcado el oro, el siguiente paso es atender al tipo de piedras que lo acompañan. Un proceso que suele dividir las piezas según lleven diamantes, piedras preciosas (como las esmeraldas, los zafiros o los rubíes…) o semipreciosas (como la calcedonia, el cuarzo o el topacio). “Todo esto teniendo en cuenta las tarifas marcadas por el brillante en cuestión, que calculamos con el índice del precio internacional llamado Informe Rapaport”, cuenta María.

Por si fuera poco, María nos explica que “no todas las piezas se tasan de la misma manera, muchas requieren un análisis más exhaustivo”. Se refiere a joyas que aunque no tengan oro de 18 o 14 quilates, tienen otro tipo de valores. “Hablamos de piezas que tienen un valor histórico o que son tendencia”. Una joya del siglo XIX no se puede tasar como una actual, porque hay que tener en cuenta la manufactura, el acabado, la época en la que está hecha o si tiene contrastes -el ‘DNI’ de las joyas-.

“Entonces la valoramos como pieza especial que depende de la demanda del mercado”, describe María. “Nosotros tenemos muy en cuenta las tendencias de la joyería moderna: no está igualmente buscado un pendiente que un alfiler”. Por eso, en Monte de Piedad, María se encarga de que las tasaciones consideren todos estos elementos y sean los más completas y rigurosas posible.

Ahora que ya sabes como se tasa una joya, puedes mirar con otros ojos el catálogo de mayo y pujar por él. ¡Y recuerda, que los beneficios de la subasta se destinan a la labor social y cultural de Fundación Montemadrid!

Un mes más nuestro Monte de Piedad pone a tu disposición un amplio catálogo de joyas actuales y vintage, que puedes consultar aquí, y adquirir en nuestras subastas. ¿Cómo? Pujando por ellas a través de nuestra web  o viniendo a las subastas presenciales en nuestra céntrica sede, próxima a la Puerta del Sol (Plaza de las Descalzas s/n, Madrid).

‘El colchón’, Primer Premio del Concurso de Microrrelatos

¡Y aquí tenéis el relato ganador del Primer Premio del Concurso de Microrrelatos 315 Aniversario del Monte de Piedad! Un reconocimiento con el que hemos querido poner de relieve la importancia histórica y actual de una entidad que lleva tres siglos ofreciendo ayuda a quien lo necesita en forma de crédito social. Gracias a todos los participantes y enhorabuena a Fernando Larra Fernández por su magnífico relato, El colchón. Un galardón que se reconoce con un premio dotado de 1.702€, cifra que rememora la fecha en la que se fundó Monte de Piedad. Puedes descubrir el relato que ha conseguido el Segundo Premio aquí, y los ganadores de los Accésits del concurso aquí. Te invitamos a conocer la labor que sigue llevando a cabo la entidad. 

El Colchón

Un microrrelato de Fernando Larra Fernández (Madrid), ganador del Primer Premio del Concurso de Microrrelatos de Monte de Piedad

Todo el que entra por primera vez en mi despacho gira la vista y asombrado me hace la misma pregunta. Y a mí me encanta contarlo.
Mi padre era buena persona, guardagujas y pobre de solemnidad. Una bomba durante la guerra le sepultó mientras dormía y veinte años después aun caminaba contrahecho y con dolores crónicos. Así que en la Navidad de 1.960, mi madre, cansada de oírle rezongar por la noche, le llevó a rastras a Somieres Numancia a comprar a plazos un colchón de esos modernos de muelles. Y no sé si por comodidad o por no oírla. Pero mi padre no volvió a dar un ruido. Y así el colchón se convirtió en el artículo de lujo de una familia pobre.

Pero cuando acabé el colegio y empecé a estudiar maestría industrial en Embajadores, el colchón empezó a desaparecer de casa por temporadas.
La primera vez que pasó mi madre lo achacó a un muelle roto. Aunque tres meses para arreglar un muelle, parecía mucho tiempo. La segunda vez ni siquiera pregunté. Pero la tercera me di cuenta que el colchón desaparecía siempre en septiembre. Una mañana, cuando estaba a punto de empezar mi último curso vi a mi padre salir de casa con el colchón. Decidí entonces seguirle para averiguar donde pasaba los otoños el ojito derecho de la familia. Una hora después colchón y padre atravesaban la entrada del Monte de Piedad de Madrid en la plaza de las Descalzas. Cuando al día siguiente madre me dio las trescientas cuarenta y siete pesetas de la matricula comprendí dos cosas. Como era posible que yo estudiara en aquella escuela y donde pasaba el tiempo el colchón.
Así que por extraño que parezca, un colchón viejo, un recibo de empeños del Monte de Piedad y la foto de mis padres, decoran con orgullo la pared del director de mi empresa.

¡Descarga y lee aquí los relatos ganadores!

Lee ‘2,6 gramos’, Segundo Premio del Concurso de Microrrelatos de Monte de Piedad

Os presentamos el relato ganador del Segundo Premio del Concurso de Microrrelatos 315 Aniversario del Monte de Piedad. Un reconocimiento con el que hemos querido poner de relieve la importancia histórica y actual de una entidad que lleva tres siglos de actividad ininterrumpida ofreciendo crédito social. Gracias a todos los participantes y enhorabuena a Mónica Barros Grela por su relato que nos ha enviado desde A Coruña ¡Gracias! Puedes descubrir a los ganadores de los tres Accésits aquí, y también leer más historias sobre Monte de Piedad o sobre la labor que realiza.

2,6 gramos

Un microrrelato de Mónica Barros Grela (A Coruña)

Se sentó en un banco frente al río. Hacía frío. Su mano derecha jugaba a dar vueltas al anillo dentro del bolsillo de su abrigo gris. Pensaba y recordaba. Pensaba en cuánto le había costado recuperar aquella alianza. Había ganado una subasta en el Monte de Piedad en la que nadie había pujado por ella. “Alianza de oro amarillo de 18 kilates. 2,6 gramos. Grabada Carlos 18- 09-1973. Precio de salida: 130 euros”, rezaba la descripción. El dinero era lo de menos, costaba más recuperar todos los recuerdos que guardaba aquel trocito de oro amarillo. Nadie entendería que hubiese pujado por recuperar aquella alianza que la había tenido atada a la pena, al dolor, al llanto y al miedo. Pero ella necesitaba jugar de nuevo con el anillo en su bolsillo, como hizo tantas veces escondida en su casa, abrazando a sus hijos, esperando a que terminase el horror interminable, inevitable. Volvió a tener las mismas sensaciones, las mismas emociones. Volvió a oler el miedo, a escuchar los pasos, a callar los gritos, a saborear la sangre del labio partido y a tocar aquella alianza que la unía al terror. Se levantó despacio, sacó el anillo apretado en el puño y con fuerza lo lanzó al río. Un grito ensordecedor y primitivo, salido de las entrañas, atravesó el frío de la mañana y quedó suspendido sobre la bruma. Se marchó con las manos en los bolsillos, evitando que la helada cuartease la piel de sus manos, y dejando en el río para siempre el dolor, la pena, la rabia y el odio en 2,6 gramos de 18 kilates.

¡Descarga y lee aquí los relatos ganadores!

Descubre los Accésits del Concurso de Microrrelatos de Monte de Piedad

Aquí os dejamos los microrrelatos premiados con los del Concurso de Microrrelatos 315 Aniversario del Monte de Piedad. Tres reconocimientos con los que hemos querido poner de relieve la importancia histórica y actual de una institución que lleva tres siglos de actividad ininterrumpida como entidad de crédito social. Gracias a todos los participantes y enhorabuena a Pilar Salazar por su relato 19 Pasos, a Julio Sancho por su historia en Por unos anteojos y a Isidro Catela por Esas pequeñas cosas. Puedes consultar el resto de ganadores aquí,  descubrir más historias de Monte de Piedad y de la labor que realiza.

19 Pasos

Un microrrelato de Pilar Salazar Olmo (Sevilla)

Hay 27 pasos desde la cocina al cuarto de la música; 14 desde el aseo y 43 desde la entrada, ni uno más, ni uno menos. Parece como si todas las estancias de la casa, como si todas sus paredes, estuvieran al servicio de esa sala del fondo, la de las ventanas tapiadas, donde el abuelo pasaba sus noches frente al viejo piano. Lo tocaba a veces –sus manos blancas sobre las teclas blancas- para acallar el sonido de un grito, de un disparo o de una bomba. Y cuando el sueño estaba a punto de vencerlo –da igual la hora que fuera-, hacía los 19 pasos hasta el dormitorio y, arrodillado frente a la cama, sacaba el baúl donde escondía tres partituras originales que había comprado años atrás por una fortuna. Con los ojos cerrados, las tocaba, las besaba, las repasaba con el dedo e imaginaba que la Quinta Sinfonía de Beethoven palpitaba ahí dentro, que algún día todas esas notas saldrían a la guerra y devolverían la paz. “La música me salvó”, diría siempre. Fue su escudo contra el miedo, su conjura frente al horror. Una mañana de febrero de muchos años más tarde, ya con mi abuelo muerto, mi abuela se acercó al Monte de Piedad y recogió las partituras originales, las verdaderas. Las llevó a casa y, en silencio, las guardó en el baúl que aún seguía bajo la cama. Lloró, de nostalgia, de alegría. Ella cuenta que escaparon del hambre, de la miseria y de las ratas gracias a esas partituras que ella empeñó a espaldas de su marido. Así tuvieron pan, garbanzos, achicoria. El pobre anciano, hasta el mismo día de su muerte, siguió acariciando con sus manos de ciego esas partituras, que no eran más que folios en blanco. Nunca supo del engaño. ¿Para qué? Como él mismo decía: la música le salvó la vida.

 

Por unos anteojos

Un microrrelato de Julio Sancho Ordaz (Madrid)

Ahora todas las noches veo las estrellas por un cuadradito en el techo. Se rompió el cristal cuando quise atizar a mi hermano con el escobón. Mamá no se enfadó y por eso me puse más triste. Dijo que ya lo repondríamos en cuanto c obrase la paga trimestral, aunque sé que estaba esperando ese dinero para comprar tela y hacernos r opa nueva.

De momento hemos puesto una madera, que hace las veces de tapadera, pero casi siempre la quito porque hay poca luz y la abuela, que es muy vieja, dice que no ve nada. Lo cierto es que está casi ciega, y con toda la luz del mundo tampoco ve ni torta.

Hace unos días entró un pichón muy gordo en casa y mi hermano lo capturó. Mamá se puso muy contenta y bajó a comprar cebollas para guisarlo. Luego, al desplumarlo, resulta que era todo apariencia. Estaba escuchimizado. Así que en vez de guisarlo tal cual, mamá lo usó para caldo.

Me da mucha vergüenza confesarlo, pero la hermana Sonsoles me ha dicho que el pecado no se va a perdonar del todo si no se lo digo a mamá. Yo creo que ella se va a poner todavía más triste si se lo cuento, así que prefiero irme un año entero al purgatorio cuando me muera, si hace falta. Pero voy a escribirlo aquí, para que no se diga que oculto las cosas.

Llevé a empeñar el cortaplumas de mi hermano al montepío y les dije que lo había robado una urraca que había entrado por el tejado. Se enfadó mucho y estuvo rabiando y pateando toda la tarde, pero maldita la falta que le hacía. Además, sólo me dieron dos perras gordas por él, ni que hubiera sido un sable de plata. Compre unos anteojos para la abuela y ahora dice que ve mucho mejor, aunque se los pone del revés.

Aquellas pequeñas cosas

Un microrrelato de Isidro Catela Marcos (Madrid)

Desde hace un año, mamá vive en la sima del olvido. Para sus hijas apenas tiene una mirada distraída, a las tres nos llama Antonia (Antonia es ella). Para papá guarda un par de palabras, a veces tres, que repite después de comer y a la hora del baile.

Se pasa las horas en la ventana. Cuando atardece, se pone nerviosa, agita los brazos y balbucea, en bucle, la-caja-la-caja-la-caja. Calla cuando papá le trae la caja de cartón en la que pone “mis cosas”. Se la abre, con delicadeza, y va colocando encima de la mesa los objetos que contiene: fotos y vinilos, centenares. Mamá lo revuelve todo y saca con habilidad solo dos (siempre los mismos), de entre el desorden.

Primero, una foto amarilla, color tiempo. La pone encima del hule. Papá le cuenta que esa joven es ella. Que ese día bajaba las escaleras de la Casa Encendida, vestida de novia para ir a la iglesia y casarse con él. Que el edificio era entonces vivienda de empleados y casa de empeños de la Caja de Ahorros de Madrid. Que trabajabas allí, Antonia. En la casa de Pepita, la hija del director de una sucursal del banco. Que la gente del barrio era pobre y empeñaba ropa, colchones y sábanas; algunos, de forma excepcional, máquinas de coser, y otras cosas extrañas como aparatos ópticos y tocadiscos. Nosotros también empeñamos uno, y luego lo recuperamos.

En ese momento, mamá señala el vinilo. Papá pone la música que suena a chasquidos, a interferencias y a arena. Sin levantarla del sofá, le agarra las manos y se las va moviendo a un lado y al otro. Bailan agarrados. Él, que se sabe la canción de memoria, le canta bajito sobre la voz de Joan Manuel Serrat. Ella insinúa una sonrisa y le dice muchas-gracias-señor.

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