Alejandra, usuaria de nuestro servicio de valoración de joyas: «Merece la pena conocer el valor de las joyas que tienes»

¿Has recibido una herencia de joyas recientemente y te gustaría saber cuál es su valor? A menudo, nuestros usuarios demandan nuestro servicio de valoración de joyas para resolver sus dudas sobre la valía de sus piezas únicas. Para garantizar la mayor precisión posible al realizar la valoración, contamos con un equipo de tasadores gemólogos que examinan en profundidad los elementos que componen las joyas. Por otra parte, realizamos el análisis de piezas antiguas, teniendo en cuenta la época, la conservación, su historia y el tipo de manufactura utilizada para su creación. Para contaros con más detalle el procedimiento que seguimos, hemos hablado con Alejandra, usuaria del servicio, quien nos ha contado su experiencia en la oficina de elMONTE de Madrid, desde que llevó sus joyas a la oficina hasta que finalizamos el proceso de tasación.

Servicio de tasación de joyas.

¿Cómo conociste el servicio de valoración de El Monte?

La verdad es que lo conocí por internet, por Facebook. Vi un post en el que se informaba del servicio, pero siempre he conocido El Monte por mi familia. Casi es parte del imaginario popular de la gente de Madrid. Además, vivo muy cerca y como siempre ha estado en el mismo sitio, es fácil tenerlo presente.

¿Cuál fue tu motivación principal a la hora de llevar tus joyas al servicio de valoración de El Monte?

Una herencia. Mi madre falleció, hace ya 23 años, y aunque nos habíamos planteado muchas veces valorarlas para repartirlas, nunca se había dado el caso. Finalmente, después de pensarlo mucho, decidí acudir a El Monte por las facilidades que daba y por la confianza que transmite.

¿A qué oficina de El Monte acudiste y cómo fue la experiencia en el centro?

Acudí a la oficina central, en la Plaza de las Descalzas, en Madrid. La experiencia fue muy buena a pesar de las restricciones todavía presentes por el tema de la COVID-19. Al parecer, este servicio se suele hacer en salas privadas donde puedes llevar tus joyas si se trata de una gran cantidad, como era mi caso, para preservar tu intimidad y tu seguridad.

La persona que me atendió en ventanilla me lo explicó todo de forma muy clara y, al día siguiente, fui a primera hora con el joyero para hacer la valoración. Todo lo hacen delante de ti y eso te da garantías. Además, fueron muy amables e incluso me dieron información sobre joyas que no eran “tasables”, al ser de plata o al tener piedras que no eran “preciosas”, como el ámbar o el coral. También, desecharon otras que pensábamos que eran piezas de alta joyería y que resultaron ser bisutería fina. A veces no sabes estas cosas y necesitas que un profesional te asesore, como ha sido el caso.

Servicio de valoración de joyas El Monte.

¿Qué alhajas llevaste para que fueran valoradas?

Llevé todo tipo de alhajas: anillos, collares, gargantillas, pendientes, alfileres… ¡Hasta una cubertería de plata! El joyero de mi madre al completo y otras piezas de valor.

¿Qué proceso siguieron los expertos?

Lo primero es hablar con ellos, bien por teléfono o en persona para plantear tu situación y lo que necesitas. En mi caso, era un joyero de muchas piezas y llevaba tiempo hacer la tasación. Yo recomiendo volver otro día con las joyas, a ser posible a primera hora y acompañado. En cuanto te reciben, el tasador va haciendo unas pruebas químicas en una parte minúscula de la joya para determinar si es un metal precioso (oro, plata…) y luego, pasa a inspeccionar la piedra preciosa. Cada pieza que es candidata a realizar una valoración más extensa se coloca en una bandeja. Cuando ha terminado, se colocan todas las piezas de la bandeja encima de una báscula de precisión y se hace una fotografía. Recibes una copia de esa foto y de las descripciones de la joya. Como en mi caso eran muchas, yo llevaba ya un listado y solo tuvimos que cotejarlo.

A continuación, se quedan con las joyas en depósito y te dan un plazo aproximado de 10-15 días para hacer el informe, dependiendo de la cantidad de joyas depositadas. Cuando ya han hecho la valoración de cada pieza, te avisan y emiten una factura por el servicio, que se tiene que abonar para poder retirar el depósito de las joyas y el informe de valoración. La valoración de mis alhajas fue de más de 40.000 € y el coste del servicio fue de poco más de 1.000 €. Considero que merece la pena conocer el valor de las joyas que tienes.

Servicio de valoración de joyas.

¿Recomendarías usar este servicio?

Sí, sin duda. En el caso de las herencias, por ejemplo, es el mejor servicio de valoración de joyas y el que te da más fiabilidad. En mi caso me dieron dos informes, uno para mí y otro para mi hermano, con información detallada de todas las piezas.

Por último, ¿volverás a utilizar el servicio de valoración de El Monte en un futuro?

No creo, ya que no soy compradora de joyas, pero sí he usado el servicio de créditos y estoy muy contenta con el trato, las prestaciones y las condiciones. Me da la seguridad de que podré recuperar la joya.

Si tienes algunas piezas en casa cuyo valor desconoces, te animamos a acudir a tu oficina de El Monte más cercana o contactar con nosotros. A partir de ese momento, nuestra red de expertos se pondrá en marcha para ayudarte. Contamos con una experiencia de más de 300 años que nos avala, garantizándote la tranquilidad de saber que tus piezas serán valoradas con la máxima precisión.

¡Te esperamos!

¿Por qué llevamos joyas? Un paseo por la historia del ornamento

La historia del ornamento

Las joyas han acompañado a mujeres y hombres a lo largo de toda la Historia. Pendientes, pulseras o collares han adornado las distintas partes del cuerpo de los humanos desde la época antigua. En el post de este mes nos adentraremos en la historia del uso de las joyas que hoy forman parte de nuestro día a día.

Ya en el Paleolítico, las primeras sociedades extraían piedras y minerales de la tierra para crear talismanes con el fin de protegerse de lo desconocido. Poco a poco fueron adquiriendo otro tipo de materiales como huesos, plumas o conchas de mar que enlazaban alrededor de su cuello, muñecas y tobillos con el fin de ser más llamativos ante el resto de las personas.

Con la llegada del metal se dieron las bases para lo que conocemos hoy en día como joyería. Las primeras civilizaciones de Egipto o la India introdujeron las primeras técnicas de orfebrería, fabricando objetos en metal junto a piedras preciosas y gemas. En un primer momento, tanto hombres como mujeres utilizaban pendientes para protegerse de los malos espíritus que podían entrar a través de los oídos, pero a lo largo de los años fue extendiéndose su uso como elementos decorativos, reservándose en un principio a la clase alta.

La consolidación de las joyas como símbolo de estatus llegó con los griegos, quienes crearon unos diseños únicos a través de moldes, como las finas hojas de oro tan representativas de Helena de Troya. Las mujeres griegas de alta cuna decoraban sus cabellos con delicadas joyas de oro y, también, se ofrecían a los dioses para recibir su protección. Por su parte, los romanos introdujeron el uso de los broches y las hebillas con los que los soldados mostraban el rango al que pertenecían.

Durante la época medieval el uso de la joyería mostraba las creencias religiosas del portador y el uso de las mismas se extendió a todos los rangos sociales y edades, utilizando las clases más humildes materiales menos valiosos como el cobre o el estaño. De esta manera, las joyas se convirtieron en una expresión más de la personalidad, como ocurre hoy en día.

En la actualidad el uso de las joyas es tan extenso como el de la ropa en sí. Pendientes, piercings, cadenas… hay un tipo de joya para cada persona.

¿Y tú? ¿Haces uso de alguna joya? En Subastas 1702 contamos con un catálogo de preciosas joyas con precios muy ventajosos. Puedes echar un vistazo online a través de nuestra página web.

De García Márquez a Lola Flores: Cómo utilizar los créditos no bancarios para llevar adelante proyectos artísticos y culturales

El reciente fallecimiento de Mercedes Barcha, mujer de Gabriel García Márquez, ha vuelto a poner de actualidad la utilidad que numerosas personalidades del mundo de la cultura han hecho de servicios como los del Monte para llevar a cabo sus proyectos. Una de las anécdotas relacionadas con el premio Nobel que ha salido a la luz ha sido que el día en que el escritor terminó el manuscrito de Cien años de soledad.  Él y su esposa fueron a una oficina de correos en México para enviarlo a la editorial en Argentina interesada en el libro. Un funcionario allí pesó el manuscrito y, para sorpresa de la pareja, se dieron cuenta de que no podían pagar el envío completo, por lo que enviaron solo la mitad. Según contó García Márquez, Mercedes utilizó lo último que les faltaba por empeñar —el calentador, su secador de pelo y la batidora— para poder enviar el resto de un libro que ya es parte de la historia de la literatura. Sospechamos que los éxitos de la novela permitieron recuperar las piezas dejadas en prenda.


Como ellos, son muchas las personas que han recurrido alguna vez o de forma periódica a la financiación a través de créditos con garantía de joyas como los que ofrece el Monte para poder llevar adelante sus proyectos culturales y empresariales. Es una manera de obtener de forma inmediata un crédito no bancario a bajo tipo de interés, sin gastos de apertura ni cancelación y con todas las garantías.

Uno de los casos más conocidos es el de Concha Velasco, que ha recurrido a este tipo de financiación de forma habitual para para sacar adelante proyectos teatrales. La actriz tiene un vínculo tan especial con el Monte que incluso presentó la subasta especial para celebrar el 317 aniversario de esta institución: «En mi caso, he tenido momentos maravillosos en los que Paco Marsó me ha regalado una joya enorme y yo, que no soy muy de llevarlas, me he dicho: «La dejo en El Monte y con lo que me den monto las escaleras de Mamá, quiero ser artista. Por ejemplo, el decorado giratorio de La rosa tatuada, de Tennessee Williams, fue gracias a un broche que traje aquí, y con un collar pude pagar a la orquesta del musical Hello Dolly”. Con las primeras funciones de cada obra, las joyas volvían siempre a su poder.

Concha no ha sido la única famosa de nuestro país en costear así sus obras. De hecho, conoció el Monte gracias a Lola Flores, ya que tanto ella como Lina Morgan acudían asiduamente con sus joyas para financiar sus espectáculos o dejarlas en custodia mientras estaban de gira. Había un problema: que las joyas quedaban a buen recaudo, pero sin conocimiento de los más allegados. La artista jerezana rápidamente le puso remedio. Según contaba en sus memorias, siempre que se iba de gira por América dejaba a su hija Lolita un sobre cerrado con instrucciones por si le pasaba algo, indicando dónde estaban las joyas, el dinero, etc. Y, fiel a su costumbre, cuando le fue concedida la Medalla de Mérito al Trabajo, la guardó junto a su joyas y piedras preciosas sin engarzar, que, como ella misma dijo “viajaban más al Monte de Piedad que el baúl de la Piquer a las Américas”.

El periodista Andrés Aberasturi también fue uno de sus usuarios durante algunos años difíciles. Contaba que su máquina de escribir entraba y salía del Monte constantemente, ya que después de escribir un artículo la tenía que empeñar para ir tirando hasta que lo cobraba y, cuando recibía el dinero, la recuperaba para poder escribir el siguiente artículo. ¿Habrían existido sus textos periodísticos sin la ayuda del Monte?

Sobre El Monte

El Monte siempre ha contribuido a que los sueños más ambiciosos de emprendedores, artistas o empresarios culturales se convirtieran en realidad. Desde aquí, damos las gracias a todos nuestros clientes (conocidos o no) por la confianza que han depositado en nosotros.

En la actualidad, el Monte de Fundación Montemadrid está presente en 6 ciudades en todo el territorio nacional, donde podrás realizar todas las gestiones que necesites. Las oficinas de Madrid, Móstoles, Granada, Córdoba, Alicante y Palma de Mallorca conservan la misma vocación de ayuda a la sociedad con la que fueron creadas, y las avala una larga experiencia en la tasación de alhajas.

¿Qué hago con las joyas en vacaciones?

El verano es época de descanso y propicia para disfrutar de nuestro tiempo lejos de casa, pero por desgracia también es el momento del año en que se produce otra ola; la ola de los hurtos y los robos en domicilios. En este post os contamos algunas recomendaciones de la Policía y el Ministerio del Interior y os recordamos que desde hace años muchos clientes traen sus joyas al Monte de Piedad para que las custodiemos.

Una encuesta realizada a 4.995 personas por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) asegura que el 42% ha sufrido algún delito sobre sus bienes o sobre su persona. Más del 50% de los encuestados de Palma de Mallorca, Alicante, Sevilla, Madrid y Barcelona confesaron haber sido víctimas de algún robo.


No viajar con pertenencias valiosas

La portavoz de la Policía Nacional, María Fernández, recomendó a las personas que viajen durante este verano identificar sus objetos, dejarlos bien protegidos, no viajar con pertenencias muy valiosas y prestar atención en espacios abiertos o en aglomeraciones, que es cuando suelen ocurren los robos.

Además, el Ministerio del Interior lanzó la campaña «Mi casa a salvo» en la que recomienda no anunciar las vacaciones en redes sociales, cerrar bien puertas y ventanas y dar apariencia de que la casa está habitada para evitar los robos en viviendas. El robo con fuerza en domicilios fue el cuarto delito más cometido durante 2014, afectando a 66 de cada 10.000 habitantes del país.

En Monte de Piedad ofrecemos la posibilidad de preservar su patrimonio durante esta época del año garantizando la seguridad y protección de sus bienes.

Sus joyas, relojes u objetos ornamentales de plata permanecerán bajo custodia almacenados en nuestras cámaras de alta seguridad evitando así la preocupación de sufrir su pérdida por robos, accidente o expolio, garantizando la seguridad de sus bienes, y pudiendo disponer de las piezas en el momento que usted lo requiera.

Además, al realizar el depósito, usted accederá a un préstamo por sus piezas con el que podrá disfrutar de una manera más relajada de sus vacaciones.

Estamos a vuestra disposición también en agosto en nuestras oficinas de Monte de Piedad en Plaza de las Descalzas, s/n de Madrid o Ricardo de la Vega, 6, de Móstoles. Si tenéis alguna duda podéis llamar a 902 00 1702. Os recordamos que los beneficios del Monte de Piedad se destinan íntegramente a mantener la obra social y cultural de la Fundación Montemadrid.

Gema Yenes: «Cada vez acuden más particulares a las subastas»

Lo has visto en películas, en programas de televisión e incluso puede que alguna vez hayas hecho una puja en la conocida página Ebay. Lo cierto es que las subastas no son un formato de compra-venta desconocido, pero en realidad pocos han vivido en directo la emoción de una subasta presencial. Mañana, el Monte de Piedad de Madrid celebra su subasta del mes de abril, con un catálogo que puedes consultar aquí, y para acercar la experiencia a todos hemos hablado con Gema Yenes Martínez, coordinadora de la institución.

-¿Es necesario comprar una entrada o registrarse en algún lugar para poder acceder a las subastas?

No hace falta registrarse. A la entrada del Monte de Piedad te toman los datos para asignarte la raqueta con la que harás las pujas. Claro que si quieres ganar tiempo, puedes registrarte en la página web del Monte. Así, al venir a la subasta solo tienes que presentar tu documento de identidad y ya te asignan la raqueta directamente. ¡Sólo las empresas tienen que registrarse con anterioridad, puesto que tenemos que cotejar los datos fiscales con las escrituras!

-¿Dónde se celebran las subastas?

Dependiendo de las subastas, algunas se celebran en la Sala del Monte de Piedad (normales), otras en la Sala de las Alhajas (especiales). La de mañana es normal y se hace en el patio de operaciones del Monte que se prepara especialmente para la subasta. Es una sala amplia, rectangular, donde se ve al fondo una tarima alzada donde está el subastador y una persona tomando las pujas. A la izquierda la zona de caja y entrega de lotes. A los lados y de frente, unos monitores donde van saliendo los lotes a subastar. Hay capacidad como para acoger a 100 personas y no son sitios numerados… por lo que hay que venir prontito para coger sitio o si te gusta una zona en especial…como en los cines sin numerar…

-¿También hay una zona de teléfonos donde la gente va pujando y sumándose a las pujas?

De momento no, las pujas se hacen presencialmente o si se han hecho por internet, la mesa defenderá esas pujas.

©MIGUEL BERROCAL

-Ya está todo el público sentando. ¿Qué sucede a continuación?

El subastador se coloca en un atril y va explicando los lotes, aunque normalmente no explica “todos”, pues sería eterna la subasta, solo aquellos que él estima oportuno. Al tiempo que se sucede la subasta, los lotes se muestran en la pantalla. Ya ha habido una semana previa de exposición donde los clientes han podido tener en sus manos las piezas y observarlas con detenimiento.

-¿Cuántas piezas se seleccionan para una subasta?

Va  a depender de los préstamos que venzan cada mes, pero no baja de 1.500 lotes. Los lotes que salen a la subasta presencial se pueden renovar o cancelar hasta el día de la subasta (es una característica de las subastas de los Montes de Piedad). Cuando llegas a la sala de subastas hay listados con los lotes retirados para no perder el tiempo si resulta que ya no están. ¡En cualquier caso, en la página web está la información actualizada, por lo cual es conveniente echarla un vistazo antes de venir!

-¿Qué criterios se siguen para seleccionar los lotes?

Lo que se distingue es por tipología de pieza, dependiendo que tipo de joya sea, saldrá en una sesión o en otra. Se procura que a la sesión presencial vayan las mejores piezas: las más curiosas, antiguas, firmas, relojes buenos… Para la sesión de pliegos, suelen ser piezas más normales, mayoritariamente de oro. Y en la online, cositas muy comerciales, con brillantes pero no de gran tamaño, y también de diseño y vintage, especiales, muy demandadas por el público más joven. 

-¿Qué perfil de edad suele acudir a las subastas? ¿Son profesionales o gente curiosa?

A las subastas presenciales suelen acudir mayores de 30 años, entre 40 y 50 la mayoría. El público es muy diverso, claro que hay profesionales de la joyería y antigüedades, pero cada vez acuden más particulares, no sólo por conseguir joyas a buen precio sino porque nuestra oferta es muy variada y en determinadas tipologías de piezas, como las antiguas o primeras firmas, exclusivas y únicas.

-¿Generalmente se supera en la subasta el precio por el que se dejó la pieza en el Monte de Piedad?

Es lo normal, y en ocasiones cantidades importantes dependiendo del “pique” de los clientes. La gente se sorprende mucho cuando contamos que la diferencia entre lo que se ha rematado la pieza y el préstamo es para el prestatario. Nosotros únicamente descontamos los gastos del dinero que le prestamos y los generados por la subasta. Algunas veces las diferencias son importantes. El dinero está a disposición del prestatario durante 20 años, y si nadie lo reclama será para la Hacienda Pública, así que al final ganamos todos.

-¿La gente que ha ganado la puja se lleva la joya ese mismo día?

Puede llevársela ese mismo día, pero va a depender del importe. Para adjudicaciones superiores a 2.500 €, no se pueden hacer pagos en efectivo, con lo cual a no ser que tengas una tarjeta que te permita pagar esos importes, no la puedes retirar en ese momento. Para importes altos se paga por transferencia bancaria y se recoge cuando ya se ha hecho efectiva la transferencia. Plazo para pagar, si no lo puedo hacer en el momento: 5 días hábiles y hay que hacer una entrega a cuenta de un 20%.

Monte de Piedad

Subasta de febrero en Monte de Piedad

Broche siglo XIX Subasta Monte de Piedad

El año pasado (en diciembre, para ser exactos), el Monte de Piedad de Fundación Montemadrid celebraba nada menos que su 314 cumpleaños. Ya metidos en el segundo mes de este 2017, la actividad en el montepío más antiguo de España no cesa y la subasta de febrero, cuya recaudación (como siempre) irá destinada íntegramente a nuestra labor social, está ya en marcha: mientras rematamos los últimos preparativos para la Subasta presencial que tendrá lugar el miércoles, 8 de febrero, a las 17h en la Sala del Monte de Piedad (Plaza de las Descalzas, s/n), la Sesión internet está ya disponible aquí y hasta el próximo lunes, 13 de febrero, a las 12h.

Entre las piezas más interesantes de esta subasta de febrero, dentro de las que protagonizarán la Subasta presencial, está seguramente el lote 68: un broche del siglo XIX en forma de media luna de oro bajo y plata cuyo precio de salida es de 1.000€. Está formado por once perlas cultivadas de tamaño decreciente a lo largo de la superficie del colgante, calibradas entre seis y tres milímetros. A estas espectaculares perlas las acompañan dieciocho diamantes talla brillante antigua y veintidós diamantes talla rosa.

Otra pieza destacada, con un precio de salida de 500€, son estos elegantes pendientes que componen el lote 53. De los años 50-60, en oro, presentan una parte superior entrelazada con flocaduras rematadas con seis rubíes talla perilla y podrán adquirirse también en la Subasta de febrero presencial.

En cuanto a la Sesión internet, en la que ya se puede pujar para adquirir piezas tan interesantes como asequibles (recordamos: hasta el próximo lunes, 13 de febrero), encontramos también un buen catálogo de pendientes. Como los del lote 1647, largos, de oro, con diez diamantes en talla rosa y cuatro perlas cultivadas y un precio de salida de 380€; o los del lote 1694, una pareja de pendientes de dos cuerpos, de oro, con ciento ocho brillantes y un precio inicial de 250€.

Adquiriendo alguna de estas joyas, más allá de la intención estética o coleccionista, estarás invirtiendo en la importante labor social que realizamos desde Fundación Montemadrid, ya que la recaudación de cada subasta va destinada íntegramente a nuestros proyectos de acción social, inserción laboral, educación, bibliotecas, colegios y centros de formación, promoción de artistas y conservación del patrimonio cultural y el medio ambiente. A espacios como el colegio Padre Piquer, por ejemplo, una de las Escuelas Changemaker de Ashoka españolas, como os contábamos aquí. O a las muchas organizaciones sin ánimo de lucro que se benefician de nuestras ayudas de la Convocatoria de Acción Social anual.

Y si quieres saber qué ocurre cuando alguna pieza alcanza un precio mayor que el de salida, no te pierdas nuestras entrada sobre El reloj del cuarto de millón.